Hoy te
quiero contar…
La reflexión
que he hecho sobre unos artículos que nos propuso nuestro profesor:
¿CÓMO CONVERTIRSE EN UN
BUEN ESTUDIANTE?
Para empezar
debemos tener claro el concepto de estudiante: persona que realiza la acción de
estudiar.
Para ser
buen estudiante se necesitan unas características pero éstas ¿son innatas? ¿las
podemos adquirir con el paso del tiempo?
Pienso que
hay personas que nacen ya con una serie de características que favorecen la
tarea del estudio pero hay otras que, no siendo tan afortunadas, se empeñan en
conseguir los mismos logros. Suelen ser personas curiosas, trabajadoras y con
muchas ganas de superarse. Nunca ven el final de la tarea, siempre quieren
conseguir un poco más.
Pero…¿dónde
se puede aprender? ¿en los libros? Aprendemos de las distintas situaciones que
nos toca vivir, de las experiencias tanto propias como de los demás.
En cuanto a
los libros, pienso que es otro recurso más, otra herramienta, pero no la única.
¿Es
necesaria una buena memoria? Bueno, la memoria nos ayuda aunque no lo es todo.
Lo principal
es realizar un aprendizaje por descubrimiento y si además, se trabaja en grupo
sería aún más enriquecedor pues todos nos enriquecemos con las ideas de los
demás y los demás aprenderán también de nosotros.
MOTIVACIÓN ESCOLAR:
Al hablar de
aprendizaje no debemos hacerlo sin
tener en cuenta el proceso de enseñanza, es más, plantearía estos dos
conceptos como uno solo: proceso enseñanza-aprendizaje. Tarea complicada para
ambos y a la vez enriquecedora.
En este acto
además interviene la situación , el contexto y también la motivación, pero..¿en
qué consiste la motivación? En despertar las ganas de aprender en unos y en
incrementárselas a otros.
Para hacer
esto tendremos en cuenta sus características,
cognitivas, afectivas y sociales.
No tienen
los mismos intereses un adolescente que una persona adulta, por eso tendremos
que encauzar nuestra tarea teniéndolo en cuenta.
TRABAJO EN GRUPO:
Al leer ese
precioso relato metafórico sobre el taller de nuestras vidas, me gustaría
comentar la idea del trabajo en equipo.
Muchas
veces, cuando nos mandan trabajar en grupo
suele ocurrir que mientras uno o dos trabajan, el resto molesta. Esto no es
trabajo en equipo.
Tenemos que
darnos cuenta que cada miembro del grupo siempre nos aporte algo que nosotros
no tenemos y entre todos la tarea es más
fácil.
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