REFLEXIÓN PRIMERA EVALUACIÓN

Parece que fue ayer cuando empezábamos este nuevo curso escolar 2015-2016. Como todos los años, estaba cargado de ilusión, incertidumbre, alegría por el reencuentro con los compañeros etc.  Empieza bachillerato. Etapa decisiva para nuestro futuro.

Los primeros días de clase vamos conociendo, poco a poco, tano a los compañeros nuevos como a los profesores que nos acompañarán durante este curso.

Cada uno de nuestros profesores nos plantea los objetivos que quiere que consigamos, para ello, partirá (normalmente) de una evaluación inicial, para saber nuestros conocimientos previos, una metodología a seguir, ayudándonos de una serie de recursos didácticos.

A lo largo del proceso se llevará a cabo una evolución continua y al final habrá una evaluación final para ver los logros de los alumnos, así como los posibles fallos para poder subsanarlos. He comentado todo esto para justificar la necesidad de hacer ahora, al final del primer trimestre, una valoración de este período.

Nuestro profesor de matemáticas nos planteó la idea de que cada uno de nosotros creásemos nuestro propio blog, donde iríamos aportando, día a día, todo aquello que hiciésemos en clase.  ¿Qué pretende con esto? Pues que todos nos preocupásemos de revisar y reparar en casa, aquello que el profesor ha explicado en clase. De esta forma lo preparamos y nos pueden surgir dudas, que, con la ayuda de todos, dejarán de serlo para convertirse en logros.

Otra cosa que nos sorprendió fue el hacer el examen en grupo, rompiendo con la forma tradicional de la prueba individualizada a la que estábamos acostumbrados.

Ahora mi opinión sobre esta forma de trabajar reconozco que ha cambiado, defiendo el trabajo en equipo, donde todos aprendemos y nadie critica a nadie. Nos ayudamos y respetamos.

Es en este momento cuando debemos reflexionar sobre la marcha del curso durante este primer trimestre: cómo hemos trabajado, qué dificultades hemos tenido, si los resultados obtenidos eran los esperados, nuestro comportamiento…¿ha sido el correcto?

Por tanto la asignatura de matemáticas se ha convertido en un reto: debo aprender a aprender, además saber aplicarlo para resolver dudas en el día a día.

Ya para terminar debo decir lo mucho que mis compañeras de grupo me han aportado. Recomiendo esta experiencia y…¡ánimo! Vamos a por el segundo trimestre.